Ganar un Mundial es lo máximo a lo que se puede aspirar dentro del mundo del fútbol. Levantar el anhelado trofeo retrotrae a aquellas imágenes de Daniel Pasarella en el Monumental, Diego Maradona en el Azteca y Lionel Messi en Lusail, que hoy forman parte del inconsciente colectivo de los argentinos. Con ese mismo sueño, la Selección argentina de Talla Baja se coronó como la mejor del mundo en el primer Mundial de la categoría. En ese contexto, Tucumán dijo presente de la mano del defensor Franco Chazarreta y el preparador físico Maximiliano Barrionuevo, quienes definieron la conquista como: “una victoria contra la discriminación”.

“En la escuela recibía mucho bullying. Gracias a Dios, pude superarlo. Sufrí mucho; me encerraba en el cuarto y no quería salir. Pero cuando me puse a pensar, me dije: no tengo que darle importancia a lo que me digan, si todos somos iguales. Además mi mamá, que mide lo mismo que yo, me ayudó para salir adelante. Costó mucho pero aquí estoy feliz y siendo campeón del mundo”, confesó Chazarreta, refiriéndose a cómo es sobrellevar la vida con acondroplasia. “Queremos que los padres ayuden a las personas de talla baja; que no las escondan y, sobre todo, que la gente sepa que todos somos iguales”, enfatizó el nacido en Río Seco, que defiende los colores de Monteros Voley.

Barrionuevo aseguró que dentro del plantel existen historias similares y que el deporte fue el cable a tierra que necesitaban. “En  las concentraciones siempre se escuchan vivencias muy fuertes. Pero siento que, con actividades como esta, venimos cambiando ese pensamiento dentro de la sociedad. Obviamente vamos a paso de hormiga, porque siempre hay trabas y es difícil erradicar esa mirada. Pero se nota un cambio en el modo de tratar a la gente”, dijo, asegurando que hoy piensa como un “talla baja”.

Ese cambio se vio reflejado en el recibimiento de los hinchas cuando días posteriores a la conquista visitaron La Bombonera. “Fue increíble ir a la cancha de Boca, porque la mayoría del plantel somos hinchas de ese equipo”, dice Franco con una sonrisa en su rostro. “Si bien la gente de Independiente nos habló para que fuéramos, los chicos prefirieron ir a La Bombonera, pero no hubo reconocimiento por parte de la dirigencia. En 2021, cuando salimos campeones de América, (Juan Román) Riquelme les dio una camiseta de regalo a los chicos, pero ahora no pasó nada similar. La gente sí los felicitó por el logro y  hasta los alentó en la afueras del estadio. Pero queda pendiente esa deuda desde la dirigencia, de que los chicos tengan ese reconocimiento frente al público porque son deportistas de elite”, cuestionó Barrionuevo.

El camino de la Selección fue a paso firme. México, Ecuador, Chile, Brasil, Perú no presentaron la resistencia necesaria frente a una Selección que reafirmaba su condición de campeona de América y de Europa (fueron invitados a participar en 2022). Sin embargo, la retirada de Paraguay alegando errores arbitrales hizo que el final no fuera el esperado. “Les presentamos múltiples opciones: volver el marcador a cero o jugar con el estadio vacío. Pero ellos solo propusieron que la final se jugase dentro de dos meses en Bolivia. Al final, el comité terminó dándonos por ganadores”, relató el PF.

Chazarreta definió a Paraguay como “el clásico”. “Ya nos enfrentamos en la Copa América pasada. Siempre son partidos con cierta pica. Ahora, quedó ese gusto amargo porque queríamos ganarlo en la cancha. Además, nos anticiparon que el año que viene vamos a dormir en el piso, ja”, bromeó.

A pesar de ello, ambos aseguran que pasaron una semana “de lujo” en el predio Lionel Andrés Messi. “Cuando llegué no podía creer que estaba en el mismo lugar donde concentra la Selección. Me sentía Messi cuando estábamos por ahí. Está llena de frases motivacionales y es espectacular. Teníamos el mismo trato que cualquier otra Selección.”, comentó Chazarreta.

UN MANJAR TUCUMANO. Chazarreta y Barrionuevo se refrescaron con achilata. Foto: Analía Jaramillo (La Gaceta).

Por último, Barrionuevo exigió apoyo para que el seleccionado de talla baja pueda seguir desarrollando la disciplina, que lleva más de 10 años en el país. “Queremos que, como todo deportista, sean reconocidos con un apoyo económico. El gasto es enorme y los recursos son limitados, pero sabemos que, cuando se quiere, esa plata aparece. Hablamos para hacer una beca con la Secretaría de Deportes de la Nación. Más allá de que ellos cobran la pensión por discapacidad, aspiramos a que ganen ese dinero por lo deportivo”, cerró.